La arena está fría bajo mis pies, aunque yo no puedo sentirla, al igual que no siento ya el latido de mi corazón, quien pudiera imaginar que extrañaría tanto ese constante bombear de la sangre por mi cuerpo... hace ya tanto tiempo que apenas puedo recordarlo.
El sonido de las olas al romper contra la orilla, distrae un poco mi mente y suaviza la sensación de pánico que me envuelve. Lentamente, camino hacia delante, un paso mas, otro, mis pies rozan el agua, debería congelarme los pies, pero, eso tampoco puedo sentirlo...
Paso a paso me voy sumergiendo en lo profundo del oceano, mi mente divaga, mis pulmones deberían estar llenos de agua en este momento, pero lo unico que siento es la presión de litros y litros de agua salada sobre mi piel. Mi mente vaga por los rincones de mi subconsciente, ¿que me ha traido hasta aquí? Oigo el sonido profundo de mi alma atormentada mientras recuerdo uno por uno los rostros de los amigos que he ido dejando atrás, las caras de mis enemigos se muestran mas amenazadoras que nunca, con una sonrisa malevola en los labios. Reid mientras podais viles criaturas, porque un día, un día saldré de este oceano, mas fuerte que nunca, y entonces, seré yo la que se ría.
