Renacer

Reprimida, retraída, contenida, esa ha sido mi vida... loca, salvaje, improvisada, esa ha sido mi muerte. Mas los últimos años, sentimientos humanos llenaron mi mente, convirtiendome en poco mas que un despojo de aquello que una vez fui: grande, majestuosa, temible... pero los años han ido pasando, y oculta en las sombras, he tratado de buscarle sentido a esta eternidad... y mientras mas pensaba, mas me hundía de nuevo en aquella vida miserable de la que una vez conseguí escapar.. la muerte me liberó... ¿y quien soy yo para rechazar la oportunidad que me ha sido otorgada? Vivir bajo mis propias reglas, sin autoridades, sin convencionalismos sociales; solo yo, la naturaleza y la muerte que arrastro conmigo donde quiera que voy.

La sensación de estar despertando de una terrible pesadilla, va haciendo hervir mi sangre, el hambre, cada vez mas poderosa, me arrastra fuera de mi fría tumba, a lo lejos, huelo la sangre de miles de cuerpos, ¿quien irá primero? Que empiece la fiesta... ¡Gabrielle ha vuelto!

Hambre

Me revuelvo ansiosa, esperando... el hambre me puede, y mi presa espera, hace tiempo que el olor de su sangre me hace extremecer... me adentro en la ciudad como un diestro cazador que sabe lo que está buscando... me paro, algo me detiene, los aromas se mezclan en la noche y por un instante, un aroma familiar me hace desviarme del camino, mis pasos vuelven a recorrer lugares bien conocidos para mi... pero, he perdido el olor de mi presa... corro, velozmente, tratando de encontrarlo de nuevo, y allí está... lo sigo con cuidado, no quiero perderlo de nuevo, y allí está, esperando, paciente... Por un instante su mirada se cruza con la mia, está de suerte, pues esta noche, voy a darle la oportunidad de elegir, que yo no tuve...

Tic Tac

La noche se acerca veloz, ansiosa, miro el reloj y los minutos no pasan el tic tac interminable, se va llevando con él cada pizca de mi paciencia. Pero la noche no da llegado, los minutos parecen horas, las horas días, tic tac, tic tac, maldito tiempo... si al menos pudiera volver a fundirme en un profundo sueño... tic tac, tic tac... me revuelvo, ansiosa por salir de una vez de mi prisión de tierra removida, tic tac, tic tac... por fin cae la noche, como una fiera encendida, me elevo y aullo al cielo plagado de estrellas, mi ropa, que ya ha visto tiempos mejores, está sucia, raida y descolorida, pero me da igual... ya todo me da igual, el tiempo sigue pasando, los años, los siglos, y yo sigo aquí, sola, impasible al paso del tiempo, recorriendo el mundo en busca de un futuro mejor, pero ¿acaso existe? ¿o quizás debo conformarme con vivir en el recuerdo del pasado? Camino por el monte... y el murmullo de un arrollo llama mi atención, me miro de arriba a abajo y pienso que tal vez debería adecentarme un poco antes de adentrarme en la alborotada ciudad... el agua, fresca, me devuelve a la realidad... ¿que estoy haciendo? ¿por que estoy otra vez aquí? por mucho que corra, huya, escape, mis pasos me vuelven a traer siempre al mismo lugar.
La ciudad se asoma imponente e impasible en el horizonte, y aquí estoy yo, buscando nuevas presas para sentirme por una vez, mujer de nuevo.

Ruido

Ruido, a mi alrededor solo escucho el incesante ruido, el parloteo incansable de la gente y me pregunto ¿cuando podré descansar? ¿cuando cesarán los quejidos interminables, las palabras amables que no conducen a ningun lugar? Ruido... me tapo los oidos con todas mis fuezas, pero el ruido es mas fuerte... balbuceos casi ininteligibles se cuelan entre las rendijas y sigue siendo ruido... incansable, inagotable... ruido... palabras que se unen para formar frases carentes de sentido... ¿es que nadie puede ver que no me importa? ¿que solo quiero un poco de silencio? No... lo unico que tengo es ese molesto e incesante ruido que golpea contra mis tímpanos... por fin amanece... llega el esperado letargo, y el silencio... se apodera de mi.

Aguas Profundas

La arena está fría bajo mis pies, aunque yo no puedo sentirla, al igual que no siento ya el latido de mi corazón, quien pudiera imaginar que extrañaría tanto ese constante bombear de la sangre por mi cuerpo... hace ya tanto tiempo que apenas puedo recordarlo.
El sonido de las olas al romper contra la orilla, distrae un poco mi mente y suaviza la sensación de pánico que me envuelve. Lentamente, camino hacia delante, un paso mas, otro, mis pies rozan el agua, debería congelarme los pies, pero, eso tampoco puedo sentirlo...
Paso a paso me voy sumergiendo en lo profundo del oceano, mi mente divaga, mis pulmones deberían estar llenos de agua en este momento, pero lo unico que siento es la presión de litros y litros de agua salada sobre mi piel. Mi mente vaga por los rincones de mi subconsciente, ¿que me ha traido hasta aquí? Oigo el sonido profundo de mi alma atormentada mientras recuerdo uno por uno los rostros de los amigos que he ido dejando atrás, las caras de mis enemigos se muestran mas amenazadoras que nunca, con una sonrisa malevola en los labios. Reid mientras podais viles criaturas, porque un día, un día saldré de este oceano, mas fuerte que nunca, y entonces, seré yo la que se ría.