domingo, 7 de febrero de 2010

Tic Tac


La noche se acerca veloz, ansiosa, miro el reloj y los minutos no pasan el tic tac interminable, se va llevando con él cada pizca de mi paciencia. Pero la noche no da llegado, los minutos parecen horas, las horas días, tic tac, tic tac, maldito tiempo... si al menos pudiera volver a fundirme en un profundo sueño... tic tac, tic tac... me revuelvo, ansiosa por salir de una vez de mi prisión de tierra removida, tic tac, tic tac... por fin cae la noche, como una fiera encendida, me elevo y aullo al cielo plagado de estrellas, mi ropa, que ya ha visto tiempos mejores, está sucia, raida y descolorida, pero me da igual... ya todo me da igual, el tiempo sigue pasando, los años, los siglos, y yo sigo aquí, sola, impasible al paso del tiempo, recorriendo el mundo en busca de un futuro mejor, pero ¿acaso existe? ¿o quizás debo conformarme con vivir en el recuerdo del pasado? Camino por el monte... y el murmullo de un arrollo llama mi atención, me miro de arriba a abajo y pienso que tal vez debería adecentarme un poco antes de adentrarme en la alborotada ciudad... el agua, fresca, me devuelve a la realidad... ¿que estoy haciendo? ¿por que estoy otra vez aquí? por mucho que corra, huya, escape, mis pasos me vuelven a traer siempre al mismo lugar.
La ciudad se asoma imponente e impasible en el horizonte, y aquí estoy yo, buscando nuevas presas para sentirme por una vez, mujer de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario